Condiciones mínimas requeridas para la implementación de
un programa de inseminación artificial.
El éxito de un programa de inseminación artificial radica
en saber valorar los pequeños detalles que la constituyen y en la realización
de supervisión y evaluaciones continuas.
Entre las condiciones mínimas que se necesitan en una
finca, para la instrumentación de un programa de inseminación artificial
destacan las siguientes:
- El
ganado debe estar totalmente identificado para disponer de buenos
registros de producción y reproducción.
- La
finca debe disponer de instalaciones funcionales, corrales y bretes, para
facilitar el manejo de los animales sometidos al programa.
- División
apropiada de potreros que permita tener una adecuada subdivisión del
rebaño en: vacas preñadas, vacas lactantes, vacas no lactantes, vacías y
novillas de reemplazo.
- Los
animales en pastoreo deben tener disponibilidad y calidad de forraje que
satisfaga sus requerimientos nutricionales y en aquellas zonas donde
existen períodos de sequía, es necesario la suplementación
alimenticia.
- Suministro
apropiado de sal y minerales para garantizar un buen porcentaje de preñez.
- Personal
capacitado para todas las labores que el programa requiere, tales como:
prácticos inseminadores, obreros adiestrados en la observación y detección
del celo. Este personal debe ser supervisado por el Médico
Veterinario, quien planifica y coordina el programa de inseminación
artificial.
Pasos a seguir para la complementación de un programa de
inseminación artificial.
Revisión ginecológica de las hembras.
Toda hembra que va a ser sometida a un programa de
inseminación, debe ser previamente examinada desde el punto de vista
ginecológico, por el especialista en reproducción animal, para asegurarse de la
integridad física y anatómica del aparato reproductivo: útero. ovario,
salpinges, cervix, vagina y vulva.
Control de enfermedades infecto-contagiosas.
Con el propósito de lograr buenos resultados en los
programas de inseminación, las hembras deben estar libres de enfermedades tales
como: brucelosis, leptospirosis, vibriosis y tricomoniasis, cuyos exámenes y
análisis deberán hacerse periódicamente.
Detección del celo.
La seguridad con que se detecta el celo es un requisito
esencial para el éxito de un programa de inseminación artificial, y para lograr
una eficiente detección del celo debe realizarse la observación visual por
personas adiestradas para tal fin, acompañándose esta observación con el uso de
toros detectores de celos.
Entre las recomendaciones que se pueden hacer para una mejor
detección del celo tenemos las siguientes:
- En
lo posible debe tenerse un sitio apropiado para la observación del celo,
por ejemplo, realizarla en los lugares donde los animales tienen a
disposición sal y suplementos minerales.
- Observar
el celo preferiblemente tres veces al día, las mejores horas son durante
el ordeño de la mañana, de 7 a 9 a.m. y en la tarde después del ordeño,
antes de enviar los animales al potrero.
- Utilizar
personal entrenado conocedor del comportamiento de una vaca antes y
después del celo. El signo más evidente para identificar una vaca en celo,
es cuando se queda quieta al ser montada por otras hembras o por los toros
detectores del celo.
Momento de la inseminación.
Los espermatozoides después de ser depositados en el aparato
reproductivo de la vaca, demoran unas seis horas para adquirir la habilidad de
fecundar el óvulo. Por lo tanto, la inseminación debe realizarse durante la
segunda mitad del celo, es decir, que las hembras reconocidas en celo por la
mañana serán inseminadas por la tarde del mismo día, y aquellas que presentan
el celo por la tarde se inseminan durante las primeras horas de la mañana
siguiente.
Inseminación después del parto.
La vaca generalmente presenta su primer celo entre 30 y 45
días después del parto. Sin embargo, la inseminación debe efectuarse después
que sus órganos reproductivos han regresado a su estado normal. En vacas
Criollo Limoneras, la primera inseminación después del parto, puede realizarse
a partir de los 45 días; en cambio en las razas europeas se aconseja esperar
hasta los 60 días.
Las vacas que hayan tenido un parto difícil, retención de
placenta, flujo de pus y otras anormalidades deben ser examinadas por el Médico
Veterinario, el cual realizará exámenes genitales periódicos e indicará cuando
serán inseminadas de acuerdo al programa reproductivo de la finca.
Inseminación de novillas.
Para inseminar una novilla es necesario observar su
desarrollo corporal, más que la edad. En el ganado lechero de razas grandes
(Holstein y Pardo Suizo), el peso ideal para inseminar una novilla es de 330 a
350 kg. En el ganado limonero, las novillas se inseminan a partir de los 280
kg.
Técnicas de inseminación artificial.
Existen diferentes técnicas para practicar la inseminación
en bovinos, la más utilizada es la recto-vaginal.
Equipo y material para inseminar.
Para efectuar una buena inseminación es necesario disponer
del siguiente equipo y material:
- Caja
para guardar el equipo.
- Toallas
de papel desechable.
- Termo
descongelante.
- Tijeras
corta-pajuelas.
- Cepillo
para el aseo del animal.
- Guantes
desechables.
- Catéteres
o pistolelas para inseminar con pajuelas.
- Fundas
para pistolelas
Inseminación.
Una vez que se ha identificado la vaca que está en celo y no
se encuentra ninguna anomalía, se procede a la inseminación, para lo cual se
sujeta la hembra y se procede a limpiar la vulva con toallas de papel
desechable. Luego se descongela la pajuela en el termo descongelante, cuya
temperatura debe ser de 35 a 37°C. Una vez que se descongela la pajuela en
un tiempo de 20 segundos, debe usarse inmediatamente, montándose en la
pistolela. Posteriormente el técnico se coloca el guante en la mano y efectúa
la inseminación (Fotos 2 y 3).
Registro reproductivo.
Para desarrollar un programa de inseminación artificial,
deben establecerse adecuados registros y controles. Existen diferentes tipos de
registro, fundamentalmente deben contener los siguientes aspectos: control de
celos y servicios, control de preñez, control de gestación y parto, y el
control de alteraciones ginecológicas y tratamientos.
Examen reproductivo de las vacas después del
servicio.
Las hembras sometidas a inseminación artificial deben
examinarse mediante palpación rectal, a los 40 ó 50 días después del último
servicio, con el propósito de establecer el diagnóstico de preñez y detectar
posibles alteraciones reproductivas. El registro de estos eventos permite
controlar la eficiencia reproductiva del rebaño y aplicar los correctivos que
sean necesarios.
Examen reproductivo después del parto.
Las vacas deben ser examinadas ginecológicamente 28 días
después del parto, con el propósito de poder determinar el estado de sus
órganos reproductivos. Este procedimiento permite determinar si existe alguna
infección y si ha comenzado la actividad de los ovarios, antes de que entren en
servicio. Los chequeos periódicos después del parto son de gran utilidad para
aumentar la eficiencia reproductiva de los animales sometidos a inseminación
artificial.
Para el análisis y discusión de los resultados de la
eficiencia reproductiva de un rebaño bovino, se deben establecer índices, los
cuales proporcionarán la base para lograr objetivos a largo plazo y para
evaluar el programa de inseminación artificial. Los índices considerados de
mayor importancia sobre el particular son los siguientes:
- Porcentaje
de preñez al primer servicio: sus valores
deben estar entre 60-66%.
- Porcentaje
de preñez por revisión: se consideran valores
satisfactorios para este índice, valores mayores al 90%.
- Intervalo
entre partos: ha sido uno de los índices más
comúnmente utilizados para valorar la reproducción de
los rebaños bovinos. Se consideran valores normales
promedios de 13 a 14 meses de intervalo entre partos.
- Intervalo
parto-preñez (días vacíos): es el número de días que las vacas necesitan
para preñarse, representa un índice de gran utilidad para valorar la
eficiencia reproductiva. En Estados Unidos, consideran que 100 días es el
tiempo normal para que la vaca alcance la preñez. En nuestro medio existen
diversas opiniones, estimándose como rango
normal entre 100 y 120 días.
- Número
de servicios por concepción: este es un índice muy importante ya que está
íntimamente relacionado con el porcentaje de fertilidad global del rebaño.
Los valores normales están comprendidos entre 1,5 a 1,8. Porcentaje de
fertilidad global: se espera que en las fincas con adecuadas normas de
manejo reproductivo, se obtengan valores
por encima del 50%.